¿como saber si amo realmente?

Como cristianos, creo que nos falta mucho para llegar a ser como Jesús, seamos como seamos.

Porque Él tenía un amor tan grande por su prójimo, por los de su alrededor, que no podía perder tiempo, iba y lo hacía.

En Mateo 22:36-39 dice:

36 Maestro, ¿Cuál es el gran mandamiento en la ley?

Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.

38 Este es el primero y grande mandamiento.

39 Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.

Él nos habla de amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos y lo hemos escuchado muchas veces, pero ¿realmente sabemos lo que significa?

Creo que nos falta pensar más sobre eso, a todos nosotros.

Y es que ¿Cómo sería el mundo si realmente todos los hijos de Dios amaramos a los demás como a nosotros mismos?

Cuando llegamos a Jesús aprendemos a amarnos, porque entendemos un poco de como Dios nos ve, lo que realmente valemos como persona. Dice que somos real sacerdocio, linaje escogido, príncipes y princesas, y muchas cosas más, es decir que como eso valemos, valemos mucho, somos importantes , especiales y únicos.

¿Pero quiere decir que debo tratar a mi prójimo como alguien especial?

Creo que si Jesús no quisiera a su creación (especificando ser humano) no nos hubiese dicho ama a tu prójimo como a ti mismo, sino dijera ama a los que son como tu (es decir los hijos de Dios) como a ti mismo, y a el resto no.

Para quien no sabe, un hijo de Dios es el que acepta a Jesús en su corazón, antes de aceptarlo eres creación de Dios, pero cuando lo aceptas pasas a ser hijo.

Y prójimo significa: toda persona considerada respecto de cualquier otro ser humano, en tanto que parte de la humanidad.

Entonces si es así, y dice ama a tu prójimo seria que amemos a todos los que nos rodean.

El primer paso es amarnos, entendemos como Dios nos ama, cada día mas, quiere decir que Dios quiere lo mejor para nosotros.

Y si, somos bendecidos y muy afortunados, y nos compramos la mejor ropa, o nos gusta comer la mejor comida, darnos nuestros antojos, tenemos paz, amor, y desarrollamos esos frutos del Espíritu, somos realmente afortunados, porque aunque no desaparecen los problemas todo nos ayuda para bien.

Y si somos así, si nos amamos así, ¿no debemos amar a los demás así?

Voy a dar un ejemplo:

Alguien en el metro te pide compasión y te dice que si tienes algo de comida que darle, aunque sea un pan, o aunque sea una moneda, el billete más pequeño, ellos te piden poco y por supuesto tú le das poco, porque eso crees que se merecen, sin tu saber lo que han pasado, porque ellos están allí, y los ignoras, o si ‘’eres buena persona’’ le das la tercera parte de lo que te sobra, y te sientes ‘’oye soy bueno, me siento bien’’.

¿Y realmente crees que amas a esa persona como te amas a ti?

He pensado mucho en eso, y es que la realidad es que nos falta mucho para cumplir ese mandamiento, y la mayoría cree cumplirlo.

¿Crees que Jesús se siente orgulloso de eso?

El resumió los mandamientos en esos dos, amar a tu prójimo como a ti mismo, y amar a Dios con todo lo que eres.

Creo que los dos mandamientos se entrelazan, porque si amas a Dios con todo, te sale de corazón hacer lo que a Él le gustaría que harías, es decir amar a los demás.

Hace poco me hicieron una pregunta ¿amas realmente?

Aunque respondí rápidamente, igual me vino como una alarma en mi corazón, de que me falta mucho para amar a los demás, como Dios quiere que lo hagamos.

Imagina que vas a una tienda para comprar tus zapatos de cumpleaños, los que querías desde hace tiempo, y son hermosos, ESPECTACULARES, y ves a un mendigo en la salida del centro comercial y viene algo en tu mente ¿dárselos? Y decirle ‘’ten, Dios te lo está regalando’’ y en eso le das el regalo de la salvación y él lo acepta y su vida cambia totalmente… ¡WOW!

¿Qué pensaría él? ¿Estaría impresionado cierto? Porque nadie había hecho algo así, ni de parte de ningún cristiano siquiera.

Y es que puedes esperar que un cristiano de hable del amor de Dios, pero ¿Qué te demuestre que te ama con una acción como esa? eso si es RADICAL, aunque sea triste admitirlo.

Hace poco oí esta historia… una chica fue a McDonald’s, por un helado, McDonald’s estaba sin nadie, solo era ella y el vigilante de seguridad, ella se comió su helado y veía al vigilante como aburrido y dijo ¿Por qué no? Lo llamo con toda la pena del mundo, y le pregunto si él quería uno.

El se sorprendió en gran manera y le dijo sonriendo ‘’si quieres brindármelo no me puedo negar’’

y entonces le pregunto ¿usted cuál quiere?

El dijo algo que la dejo pensando ‘’lo que tú te comprarías’’ y al pensarlo por unos segundos, le compro uno de los medianos (el mismo que ella se compro)

Se sentaron y empezaron a hablar ‘’disculpa la pregunta pero ¿Qué te llevo a hacer esto por mí?’’

Ella contesta ‘’Bueno realmente lo sentí de repente y lo hice, sentía que tenía que hacerlo, ese fue mi llamado el día de hoy’’

Conversando terminan hablando de Dios, de Jesús, de los hipócritas que se hacen llamar cristianos, y los que de verdad lo son y así hasta despedirse.

Los dos sembraron en el otro muchas dudas y respuestas, y eso fue todo.

Aunque no sé qué resulto de eso, para los dos fue una sorpresa, el dar, el recibir, el conversar y el aprender.

Yo realmente me quede pensando en lo que él le dijo, ‘’pide lo que tú te comprarías’’, y es que si amamos a nuestro prójimo como a nosotros, los ayudáramos de verdad, y no perdiéramos el tiempo, y entonces seria ¡wow!

Jesús no perdió el tiempo, él amaba a los demás y por eso les hablaba de la verdad, de cómo ser salvos, les perdono, les dio, hizo milagros, compartió con ellos y se fue amando.

Y si, siendo sinceros, realmente es muy difícil amar al prójimo como a nosotros mismos, pero lo primero es tener una verdadera revelación de lo que es este mandamiento.

No podemos vivir este mandamiento si no lo entendemos por completo.

Ya el resto está en nosotros, el dar al que necesita como si yo lo estuviera pidiendo, el ayudar como si yo lo estuviera necesitando, el amar como si nunca lo hubiesen amado.

Y mientras más crezco, más me doy cuenta que aunque la gente se vea perfecta, siempre tienen un problema, una pregunta, un rencor, una esperanza, un suspiro, una rabia, un desespero, y que hay gente que nunca ha sido amada realmente.

Y si sé que Dios me ama realmente, como consecuencia debo amar a los demás realmente, debo amar a los demás como a mí mismo.