Es que todos lo hacen.

Estereotipos.

Fases.

Cultura.

Palabras.

Estilo.

De estas palabras pueden salir tantas cosas, pero hoy en día no sale mucho más de lo que ya hay, la mayoría de gente se enfrasca en adaptarse a su entorno, en copias, en hacerlo porque el otro lo hace, en decirlo porque el otro lo dijo y te gusto, o de ponerte esos lentes porque todo el mundo los usa. La sociedad te dice que debes amar esta música, te dice cómo vestirte e incluso como debes hablar.

Y empiezas a ver máquinas caminando por las calles, robots en toda su expresión.

Y lo peor es que te dominan, y tu ni te das cuenta.

Cuántas veces no hemos escuchado ‘’ES QUE TODO EL MUNDO LO HACE’’

Desde que nacemos nos enseñan a hacer lo mismo que los demás, y si no lo haces ya te notan como el raro.

He conocido muchos estilos de gente pero todas iguales…

Otakus, hípsters, roqueros, solitarios, la gente estética… y todos buscan lo mismo, encajar.

Es como una fábrica donde nacen los bebes y desde que nacen les ponen la ropa, los zapatos de moda, la venganza como valor y el chip de sentimientos rotos como prenda.

Y allí cuando estamos listos nos pone la etiqueta con el precio para que el mundo nos use.

Pero Dios no nos pone precio, nos pone valor.

Cada persona es invaluable, no puede valer más una que otra, pero este mundo lo entiende como precio, nos ponen una cantidad, y en pocas palabras, nos ponen como poco.

El mundo te menosprecia, y la muestra de eso es lo que te ofrece. El mundo cree que porque eres joven, solo te interesa la basura y por eso te dan basura en las canciones.

A las chicas las adulan y les dicen ''quiero estar contigo'' y cosas como esa… y como en tu casa no les dieron amor, eso le va a jugar en la mente y se lo va a creer y va a hacer todo lo que en esa basura de música le dicen.

Otros hombres buscan experimentar con drogas para sentirse mejores, para sentirse cool como sus otros amigos. Y el mundo te va diciendo al oído:

Crítica.

Odia.

Roba.

Véngate.

Haz esto, haz lo otro.

El mundo te dice que ya puedes hacer esto o aquello pero el problema del mundo es que ellos no pagan por las consecuencias.

MAS DIOS ME HA DADO VALOR.

La gente se enfrasca en encajar en la sociedad, pero cuando llegas a Jesús todo cambia.

Ya no se basa en lo que piensen los demás, en lo que piense mi novio o en lo que piensen mis amigos, sino en lo que piense Dios de mi.

Y es maravilloso, porque el te dice quien eres realmente, y te arregla después de lo que el mundo pudo haber hecho contigo.

Solo tenemos que dejarnos usar y moldear para que Dios haga de nosotros una obra de arte, como nacimos originalmente.