Odiar a uno solo.

Creo que debemos odiar mas Satanás y odiar menos a las personas.

Estoy segura que a veces amamos más a Satanás que a las personas, y eso es repulsivo.

Muchas veces estamos con Satanás y no lo sabemos, con pequeñas cosas lo aceptamos, al juzgar a otro sin saber nada, al ver como alguien se pelea con otro y seguir viéndolo, animándoles a seguir peleando, como en nuestra TV.

Cuando buscamos más al mundo, más vanidad, más materialismo, buscamos mas de Satanás, pero olvidamos que este no es nuestro mundo, es de Satanás y debemos estar en contra de él, y TODO lo que él representa.

Repudiarlo, maldecirlo, pisarlo, no fue tanto por esta persona, fue Satanás y sus secuaces que estuvieron en su cabeza.

El ama que nos caigamos, y su misión después de hacernos caer, es señalarnos y restregarnos lo que hemos hecho mal.

Somos esclavos de Satanás antes de aceptar a Cristo, pero nosotros que tenemos la fuerza que viene del cielo, ayudemos al otro, que está aún bajo sus garras, en vez de usar nuestra mano para señalar, usémoslas para agarrar al que está en el suelo.

El enemigo acusa. Jesús te salva, Jesús no te acusa.

Si Jesús no te acusa, ¿Quién soy yo para acusarte o señalarte? ¿Quién es la iglesia para señalarte?

Si somos o debemos ser la imagen de Jesús y el no señala, ¿nosotros si?

Si el que señala es satanás, entonces se están dejando usar por satanás. ¿Somos hijos de satanás o hijos de Dios?

Oremos porque el Espíritu Santo se manifieste y satanás quede fuera de nuestras vidas y de lo que nos rodea.

Muchas veces veo a ‘’cristianos’’ apoyar el odio ‘’indirecto’’ en la tv, cuando en realidad es algo completamente directo, ésta entre sus repertorios, y categorías de películas, como se reúnen con palomitas a ver cómo el protagonista mata a sangre fría y luego corta en pedazos a su víctima y lo vemos con interés, y nos llamamos ‘’cristianos’’. Y es solo si hablamos de tv.

No vamos a permitir que Satanás reine en nuestra familia, en nuestra tv, en nuestra casa, en nuestras decisiones.

El es nuestro enemigo, y solo a el repudiadlo. DEBEMOS AMAR A LAS PERSONAS, Y NO A SATANÁS, es así, no al revés.